Esta pequeña y controversial isla, debido a sus conflictos
políticos con Inglaterra, es uno de los 5 países grandes productores de whisky.
De hecho, aunque Irlanda es más conocida por su producción de cerveza negra
tipo ale; comenzó a destilar whiskey al mismo tiempo que Escocia, algunos
afirman que inclusive antes.
Existen registros de destilación en Irlanda desde el 1.300,
seguramente por monjes que destilaban cereales para usos medicinales. Unos
siglos después, en 1608, muchas
licencias de destilación habían sido otorgadas a varios productores irlandeses
por parte de la corona británica. La destilación fue tan común que llegaron a
existir 60 microdestilerías y algunas
otras de mayor tamaño. En 1770 una nueva ley de impuestos y tasaciones fue
impuesta por la corona, por lo que la mayoría de pequeños productores cerraron
y solo los más grandes productores sobrevivieron, junto con otros que
continuaron destilando de manera ilegal haciendo whisky de tan baja calidad que
lo llamaron “parlament whiskey”
debido a que culpaban al parlamento por la baja calidad del alcohol producido
de manera ilegal.
La mayoría de los grandes
productores se concentraban en Dublin. Uno de los grandes productores de
whiskey irlandés fue John Jameson,
quien después de trabajar durante muchos años en la industria, decidió comenzar
a hacer su propia marca de whiskey, con un estilo muchos más suave y delicado,
que las fuertes y ahumadas maltas escocesas que llegaban de la zona de Islay en
Escocia. John Jameson fue un joven que heredó de su familia la valentía para
emprender nuevos retos, de ahí el logo de su marca “Sine Metu” que traduce sin
miedo, debido a que sus antepasados combatían piratas en mar adentro. Muchas de
las historias y relatos los pueden ver
en www.jamesonwhiskey.com
La clave de la suavidad del whiskey irlandés consiste en su
proceso de triple destilación, tanto para los Pure Pot Still, como para los de
grano. Con esto se logra producir un whiskey con menor concentración de
congéneres, impurezas y aromas, más delicado y floral. El whiskey irlandés fue
el primero en adoptar la palabra agregándole la letra “e” antes de la “y”
final. Los whiskies americanos adoptaron esa misma manera de escribirlo debido
a que fueron los inmigrantes irlandeses los que llevaron las técnicas de
destilación y maduración de licor a base de cereales a este país.
En la actualidad solo quedan tres destilerías en la República de Irlanda,
produciendo varias marcas cada una, estas son: Cooley, Kilbeggan y Midleton,
esta última en la ciudad de Cork, y una en Irlanda del Norte: Bushmills. La
técnica de producción de Pure Pot whiskey para la destilería de Midleton, se
hace de manera exclusiva; utilizando malta y un porcentaje de cebada verde, es
decir sin maltear que lo hace un whisky suave, fresco y especiado. Esta técnica
se hace solo en Midleton a nivel mundial. Aunque Escocia es famosa por sus
maltas, grande whiskies irlandeses se producen en la destilería Midleton y son
altamente apreciados por expertos en whiskey a nivel mundial. Entre estos
whiskies están: Midleton Barry Crockett Reserve, Redbreast, Green Spot, Yellow
Spot en el caso de los Pure Pot y Powers, Paddy y Jameson en el caso de los
blended. Solo hay una destilería que elabora whisky a partir de cebada ahumada
con turba, y destilado dos veces, similar a las maltas escocesas de Islay, que
es la destilería de Cooley con su marca Connemara. La destilería Bushmills de
Irlanda del norte se acerca más al estilo escocés haciendo single malts 100% a
partir de cebada malteada.
La marca más vendida de whiskey irlandés a nivel mundial es
Jameson, es el whiskey de mayor crecimiento en ventas en Estados Unidos, una
marca trendy que en la actualidad la han adoptado varias culturas urbanas como
los hipsters, refleja el espíritu rebelde de los jóvenes no convencionales y se
ha identificado con artistas y actores. Bono de U2, Chris Martin de Coldplay,
Lady Gaga, Justin Timberlake y Rihanna se han declarado fans número uno de
Jameson; de hecho, Rihanna le compuso la canción “Cheers to that”.
En general la mayoría de whiskies irlandeses son suaves y fáciles
de tomar. Lo más común es disfrutarlos en las rocas o mezclados con ginger
beer, ginger ale y una rodaja de limón. Algunas de las mezclas importantes con
Jameson whiskey son el tradicional Irish
Coffee, un coctel ideal para invierno y el Jameson Pickle Back, que se ha puesto de moda en todos los bares de
Irlanda y Estados Unidos: un shot de Jameson y un shot de jugo de pepinillos
encurtidos. La idea es probar primero el whiskey y después el shot de jugo de
pepinos. Algunos como Midleton son tan complejos que es mejor disfrutarlos en
pequeñas copas con un poco de agua pura.
Tipos de whiskey irlandés:
-
Pure Pot Still: Triple destilación
en alambiques de cobre. Elaborado a partir de cebada malteada y un pequeño
porcentaje de cebada verde (es decir sin maltear) lo que aporta sabores y
aromas frescos. Este estilo de whiskey que fue el más común en algún momento en
Irlanda, y se produce en la actualidad de manera exclusiva en la destilería de
Midleton.
Blended: Mezcla de whiskies Pure Pot
y Single Grain destilados 3 veces.
Single Grain: Destilado tres veces
en columnas de destilación continua, a partir de una mezcla de cereales. Es
ligero y suave, ideal para utilizarlo en los blended. Greenore es el único que
se comercializa de esta manera.
Single Malt: El mismo proceso que el
pure pot still pero 100% de cebada malteada. Es más cercano a las maltas
escocesas y solo se produce en destilerías fuera de Midleton.
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